La vuelta al mundo andando.



Esta es una de esas historias que te demuestra que el ser humano es capaz de casi todo, poniendo fuerza de voluntad y coraje este canadiense llamado Jean Béliveau,
nos esta dando un ejemplo de superacion y de no rendirse.Desde el 18 de agosto del 2000 a las nueve de la mañana, momento en que abandonó su casa en Montreal (Canadá) para dar la vuelta al mundo andando.Tambien ha pasado por nuestro pais.




Cuenta que dejó su empleo de fabricante de letreros luminosos en Québec, en el que llevaba más de 15 años, y emprendió la loca aventura de recorrer el mundo a pie.
Viaja con lo básico: una tienda de campaña, un saco de dormir, una muda de ropa, medicinas y repuestos, que carga en una especie de coche de bebé.
Sus grandes ojos azules y su rostro colorado se iluminan al recordar cuando le contó a su familia que dejaría todo por una buena causa: "Les dije que había llegado la hora de partir, que tenía que emprender un viaje para impulsar la paz en el mundo y ayudar a los niños".
Se parece a la historia de "La vuelta al mundo en 80 días", sólo que este personaje es de carne y hueso, mide más de 1,80 metros y pesa 80 kilos, anda a pie y no en globo, y su meta es visitar 80 países de los cinco continentes en doce años.



"Es realmente difícil", subraya este hombre, que camina como mínimo 40 kilómetros cada día, guiándose sólo por un viejo mapa y los letreros informativos de las carreteras.
Sus pobladas cejas se alzan al hablar del sinfín de aventuras que le ha tocado vivir: "He dormido con puercos y gallinas y en las suites más lujosas de los hoteles, y una vez incluso una vez levanté mi tienda de campaña en un cementerio".
Mientras recorre el mundo prepara un libro de cuatro tomos y recluta voluntarios para una organización de beneficencia, cuyo contacto en la red de Internet es www.wwwalk.org.



A tres semanas de cumplir 45 años, Jean Béliveau le comunicó a su mujer, Luce Archambault la decisión de vida que había tomado:
"Voy a salir a caminar por el mundo, vuelvo en 12 años".
Fue en medio de una depresión que este canadiense, dedicado al diseño y venta de letreros luminosos, resolvió lanzarse a la aventura. "Cuando se me ocurrió, no podía parar la idea. Fue un secreto durante los nueve meses que me llevó preparar el viaje, como un bebé. Era como una flor, una semilla que tenía en mi corazón. No quería hablar para que la gente que me ama no arranque la flor. Cuando creció, era tan fuerte que era mía. Partí el día de mi cumpleaños, el 18 de agosto de 2000".



Su utima fotografia tomada en Takasaki, Japón - El 10 de octubre del 2008


Cada cierto tiempo, Jean se encuentra con su señora, sus hijos u otro familiar en algún lugar del mundo.Béliveau estima que su viaje durará 12 años, justo para estar de regreso en Montreal el año 2010. Allí espera volver con el mensaje que ha llevado como bandera: “A muchos podrá sorprenderle esto, pero en la mayor parte del mundo, la gente vive en paz”.

En esos momentos surge la verdadera motivación de este viaje. Frente a los prejuicios o a la simpleza de su caminar, Béliveau sorprende a todo el mundo hablando sobre la paz, invitando a las personas entenderse pese a las diferencias. Lo suyo no será sólo un récord. Con las experiencias de cada estación, Béliveau recoge unas semillas que va sembrando de un pueblo a otro.



Jean Beliveau, el aventurero canadiense llegó por fin a nuestro país como muestra la foto anterior. En concreto estuvo durante los meses de diciembre 2005 y enero 2006, llegando primero a Madrid donde estuvo varios días y luego visitando Andalucía.
Y para terminar y si quereis saber mas os dejo la dirección de su pagina oficial es muy interesante:

http://www.wwwalk.org/index.html

1 comentario:

Antonio V. P. dijo...

Yo he caminado con el más de 100km por el desierto de Atacama en Chile.
Parecía una aventura casi imposible de conseguir. Pero Jean, lo hizo realidad.