Gladiator ¿es fiel a la historia?




Gladiator es la película basada en el Imperio Romano que más éxito cosechó desde la mítica Ben-Hur. La película está ambientada en la Roma Imperial, arrancando en el final de la vida del Emperador Marco Aurelio, con su victoria sobre los marcomanos cerca de Vindobona (año 180 d.C.); y muestra a continuación cómo su hijo, Cómodo, se convierte en el nuevo emperador, Cómodo supone el fin del Alto Imperio y la dinastía Flavia, comenzando la época de decadencia conocida como Bajo Imperio (aunque la película muestre un hipotético regreso a la forma republicana en su final).
los dos emperadores de la película son de algún modo la encarnación de estas dos ideas. Mediante el radical contraste entre las figuras de Marco Aurelio y su hijo Cómodo se nos quiere comparar al emperador filósofo, el de la templanza y el buen gobierno; con el emperador gladiador, de la locura y el descontrol. El padre representa el fin del auge del Imperio, mientras el hijo lo hace del inicio de la decadencia. La figura de Cómodo, tan negativamente caracterizada, no dista tanto de la que nos ofrece la historiografía romana, que prácticamente lo tacha de loco. De su política lo más destacado es el desinterés por continuar ampliando el limes (límite) del Imperio como quería su padre, que le lleva a dejar las guerras, mostrando sus razones en una interesante conversación en la que pregunta a su hermana Lucina las razones de que el pueblo amase a su padre por unas guerras que no veían y que no aportaban, ante la respuesta de ésta de que al pueblo le importa la imagen de grandeza de Roma, Cómodo responde que él le dará otra imagen espectacular, pensando desmantelar el Senado. Puede sorprender enormemente la constante presencia de Cómodo en la arena, pero esto se apoya en un cierto fundamento histórico, pues las fuentes nos dicen que el emperador, haciendo honor a su título de “Hércules Romano” gustaba de participar en las luchas de gladiadores para mostrar su fuerza (lo que no pude documentar es si esas luchas eran tan “justas” como la que pone fin a Gladiator).
Desde el año 176 Cómodo era corregente del Imperio junto a su padre Marco Aurelio. A la muerte de éste, Cómodo se encontraba luchando contra los germanos pero concertó una rápida paz y regresó de inmediato a Roma. Una vez en la capital se abandonó a las pasiones y diversiones que más le interesaban. Sus favoritos se ocuparon de los asuntos de Estado mientras él hacía gala de su carácter disoluto y frívolo. Participaba en los combates de gladiadores, siendo Hércules el dios más adorado.
En el año 183 su esposa y su cuñada participaron en un complot que fue descubierto. Una contundente represión siguió a este complot lo que motivó la pérdida de apoyo nobiliario. Cómodo cambió su estrategia y buscó la ayuda de los soldados y la plebe por lo que aumentó los sueldos y los espectáculos y la distribución de víveres. La crisis se adueñaba de Roma y de todos los confines del Imperio. La solución llegó de la mano de un nuevo complot encabezado por el prefecto de los pretorianos y la favorita del emperador, Marcia. En la noche del 31 de diciembre del año 192 Cómodo era asesinado en el cuartel de los gladiadores. Le sucedería Septimio Severo.



Uno de los aspectos históricos mejor reflejados por el filme es el de las siempre presentes disputas entre los partidarios de volver a la República (representados por Graco y el propio Marco Aurelio) y los defensores a ultranza del Imperio (Cómodo y los pretorianos, sobre todo); aunque hemos de tener en cuenta que los patricios estaban más interesados en perpetuar su poder económico y acceder al consulado, pero esto último no acaba de verse en la película.
Otro de los aspectos muy bien caracterizados en la película es el ejército romano, del que se nos muestran destacamentos de infantería y caballería, armas de corto y largo alcance, máquinas de guerra, jerarquía de los mandos... con las características que podemos observar en cualquier libro de historia militar romana. La actitud de los soldados además, se muestra de un modo más creíble que en otras películas, porque se ha querido evitar la imagen de los soldados idealizados que luchan por la gloria, en Gladiator, como explica uno de los consejeros técnicos del filme (en ningún caso se nos habla de asesor histórico) es un ejército profesional que lucha por su paga y no por la gloria personal o la del Imperio.
Fuentes:Amorin y artehistoria

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